INCOMUNICACIÓN CON EL MUNDO EXTERIOR
CAUSAS

Esta incomunicación lleva frecuentemente a acrecentar un
sentimiento de soledad. Este sentimiento se resume en las palabras de Agustin
Yanes "sentir la angustia de estar y no ser".

Problemas de Atención


Limitación de la Experiencia
Todo niño se enriquece con lo
que ocurre a su alrededor, a través del sonido, las voces, el diálogo, las
conversaciones en familia, etc. Como la persona sorda se encuentra aislada en
su entorno, presenta una mayor inmadurez de experiencias y cultura. Al carecer
de audición no podrá llegar a dominar la realidad como otro que oye.
Cierto Grado de Concretismo
El niño sordo es naturalmente
observador, y le es muy díficil inferir de aquello que no es observable e
implique un grado de abstracción, como el paso del tiempo. Algunos púberes con
déficit auditivo, presentan un grado de inmadurez en relación a aceptar sus
errores, su capacidad de analizar sus dificultades de interacción que son la
base de su conducta familiar y social. Aunque esto no está implicito en todos
sus procesos de abstracción, esto se relaciona sobre aquellos que se precisa
una deducción de lo que no es observable.
Acentuada Afectividad
En general, el sordo presenta
una acentuada afectividad, por su situación de dependencia, aislamiento,
dificultad de comunicación y de relaciones sociales en que lo sitúa su falta de
audición. Tiene mayor necesidad de amor, amistad, aprecio y consideración, una
acentuada sensibilidad a los roces con el medio que lo rodea, es más vulnerable
a las emociones, por lo que se afecta con mayor frecuencia e intensidad.
Un aspecto del sonido es su capacidad para provocar y transmitir emociones. Por medio del tono y volumen de la voz nos informamos y reconocemos el enojo y el afecto. Aprendemos que la falta de concordancia entre el tono y el contenido pueden significar sarcasmo o emociones encubiertas: el tono de la ira es diferente del que se usa para la ternura y el amor. La relación del sonido con las emociones es, sin duda, una parte importante del lazo que une al hijo con su madre. Esto es captado y aprendido desde los primeros meses de edad.
Desde el punto de vista del desarrollo emocional, la falta de audición interfiere las condiciones de proximidad, y la facultad de identificar los sentimientos claramente.
Un aspecto del sonido es su capacidad para provocar y transmitir emociones. Por medio del tono y volumen de la voz nos informamos y reconocemos el enojo y el afecto. Aprendemos que la falta de concordancia entre el tono y el contenido pueden significar sarcasmo o emociones encubiertas: el tono de la ira es diferente del que se usa para la ternura y el amor. La relación del sonido con las emociones es, sin duda, una parte importante del lazo que une al hijo con su madre. Esto es captado y aprendido desde los primeros meses de edad.
Desde el punto de vista del desarrollo emocional, la falta de audición interfiere las condiciones de proximidad, y la facultad de identificar los sentimientos claramente.
Mayor dependencia
Es en la comunicación donde
queda de manifiesto su gran dependencia. El interlocutor deberá hablar más
lento, situarse con la luz de frente, vocalizar bien, etc. Es por esto que
dependerá de la voluntad y paciencia del que habla. Esto para algunos puede ser
molesto, más aún si el que habla se dirige en un plano de superioridad.
Permanentemente la falta de comprensión del mensaje, le obliga a solicitar su repetición. En algunas ocasiones requerirá de intermediario cuando necesite hacer un llamado telefónico o atender un llamado, cuando los tonos del hablante le impiden captar en todo el sentido el mensaje.
Permanentemente la falta de comprensión del mensaje, le obliga a solicitar su repetición. En algunas ocasiones requerirá de intermediario cuando necesite hacer un llamado telefónico o atender un llamado, cuando los tonos del hablante le impiden captar en todo el sentido el mensaje.
Agresividad, Brusquedad
Se tiende a calificar al
sordo como una persona agresiva, y en realidad esto es una de las tantas
conductas que puede presentar el individuo, que se desarrollará en relación al
mayor o menor grado de hostilidad y armonía que tenga en su entorno. En este
caso, la agresividad no se refiere a agredir a otro físicamente, sino a la
brusquedad en sus juegos y/o en su forma de contactarse con otras personas. La
agresividad en el sordo se ve más acentuada por tener que encauzarla a través
del gesto o expresión corporal, al faltarle la habilidad oral que tiene el
oyente.
Su limitación en el plano de la comunicación lo llevará en múltiples situaciones, a no comprender y a no ser comprendido, produciéndole frustraciones . Por ello mostrará conductas de irritabilidad, alejamiento, agresividad. Se debe tener presente que está más expuesto a ser marginado, violado en sus derechos; por lo tanto, sometido a abusos, injusticias, burlas, etc.
Su limitación en el plano de la comunicación lo llevará en múltiples situaciones, a no comprender y a no ser comprendido, produciéndole frustraciones . Por ello mostrará conductas de irritabilidad, alejamiento, agresividad. Se debe tener presente que está más expuesto a ser marginado, violado en sus derechos; por lo tanto, sometido a abusos, injusticias, burlas, etc.
Sentimiento de Inferioridad
Los aportes que entrega la
audición, en especial el aspecto de comunicación oral, son valorados o
sobrevalorados por la persona sorda que carece de este sentido; enfrentada al
oyente, hace que desarrolle más facilmente un sentimiento de inferioridad, ya
que es aquí donde se hace más evidente su dependencia para establecer una
relación comunicativa. A esto, agreguemos que está expuesto, al igual que
cualquiera de nosotros, a no tener una oportunidad de ser apreciado por otras
habilidades que posea.
Otro aspecto que lleva a veces a desarrollar sentimientos de inferioridad, son los problemas derivados de la no captación de fondo y de la falta de señal de alerta, señaladas anteriormente.
Otro aspecto que lleva a veces a desarrollar sentimientos de inferioridad, son los problemas derivados de la no captación de fondo y de la falta de señal de alerta, señaladas anteriormente.
Como he mencionado a lo largo de estas páginas la influencia
del grupo familiar, fundamentalmente de los padres, en el desarrollo emocional
social de un niño sordo. El tener un hijo con un déficit, cualquiera que sea,
remece el grupo familiar en su estructura interna. Aceptarlo toma un tiempo de
procesamiento, situación que varía de una familia a otra, de una persona a
otra. Por ello es tan importante señalar la fortaleza, perseverancia que deben
asentar los padres, pues ello facilitará o entorpecer el desarrollo
emocional-social del niño.
En el caso de un niño con déficit auditivo, derivada de la
ansiedd que sienten los padres porque desarrolle el lenguaje oral, olvidando
sus otras necesidades como niño. Quizás por ello es muy importante que ambos
padres mantengan y apoyen su mutuo equilibrio emocional, porque su hijo los
necesita a ambos para ir concretizando y aposentando su relación social y
equilibrio emocional.
Finalmente, es importante recalcar que el sordo puede tener
un comportamiento psicológico totalmente normal o tan normal como el oyente; en
el mismo grado en que el oyente tiene patologías psicológicas, el sordo también
las puede tener.
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